Un padre de familia

Estamos en época de vacaciones, tengo la costumbre de leer todos los dias el evangelio de cada dia, me sirve enórmemente , es como una brujula que guia mis pasos. Hay en el mercado un librito de los evangelios del dia , que según formato vale de uno a tres euros, en el que además del evangelio del dia encontramos los Santos correspondientes a ese dia, lo cual sirve de ayuda para recordar a los seres queridos., felicitarles y unirnos a ellos. Lo recomiendo especialmente, por que algo tan simple, puede elevar nuestro nivel de amor a Dios y a las personas que queremos.                                     

Es muy dificil, encontrar a una persona que no tenga dolor, enfermedad, preocupaciones de un sentido o de otro. No puede ocurrirle al cristiano, lo que comenta San Gregorio Magno: "Hay algunos que quieren ser humildes, pero sin ser despreciados; quieren contentarse con lo que tienen, pero sin padecer necesidad; ser castos, pero sin mortificar su cuerpo; ser pacientes, pero sin que nadie los ultraje. Cuando tratan de adquirir virtudes, y a la vez rehúyen los sacrificios que las virtudes llevan consigo, se parecen a quienes, huyendo del campo de batalla, quieren ganar la guerra viviendo cómodamente en la ciudad". Sin dolor y sin esfuerzo no hay virtudes, el alma envuelta en dificultades se enrecia, se hace generosa y paciente.

Quien no haya tenido experiencia propia de lo que es una familia que ha cuajado como tal, de una familia que ha llegado a su plenitud, donde el amor es una realidad, no puede hacerse una idea de la calidad de este bien y de hasta que punto tiene que ver con la felicidad humana. Las realizaciones mediocres o fracasadas del amor matrimonial no pueden reflejarla. La familia es al ámbito principal de los amores humanos. Y es una realidad que se construye precisamente a base de amor. la funda el amor de los esposos, la hace crecer el amor y la fidelidad que estos se guardan, la realiza el amor que vierten hacia los hijos que tienen, y se completa cuando los hijos son educados en el amor, cuando aprenden a querer a sus padres, a quererse entre si, y a querer a todos los hombres. Al hablar de amor en la familia, no hay que pensar en situaciones idilicas. Se trata del amor real que crece en las circustancias más ordinarias de la vida; entre dificultades, el trabajo de todos los dias, las inc...

En nuestro andar diario, no nos debe sobrar ni un segundo de nuestro tiempo. Tenemos el trabajo, (no todos por desgracia), la familia, los amigos, el descanso, y muchos hemos tenido la gran fortuna de oir la doctrina de Cristo, que nos dice que nos amemos unos a otros, Y todo eso hay que atenderlo, dedicarle tiempo. Pero tambien hay millones de almas que no han oido con claridad esa doctrina, de amor y de generosidad. Si nos sobra tiempo, recapacitemos un poco; es muy posible que vivamos metidos en la tibieza, o que sobrenaturalmente hablando, seamos unos tullidos. No nos movemos, estamos parados, estériles, sin desarrollar todo el bien que debiamos comunicar a los que se encuentran a nuestro lado, en nuestro ambiente, en nuestro trabajo, en nuestra familia. Un Santo de nuestro tiempo dijo: "El tiempo es un tesoro, es el dinero con el se compra la Eternidad". Hagamos que sea rentable nuestro tiempo.

Cuando las cosas se desarrollan con normalidad,cada hombre nace en un hogar. Es decir, en un lugar acogedor, donde es recogido y cuidado. Se le alimenta, se le educa, y se le trata con cariño. Esto es lo natural y deseable para todo ser humano. A veces no sucede asi. Son muchos los que nacen sin hogar, bien por que los padres no fueron capaces de formarlo, o bien por otras circustancias de la vida. El hecho de nacer fuera de un hogar es una carencia, un defecto que hay que lamentar. Pero esa carencia no hace a un hombre menos digno o menos valioso que otro. El no tiene culpa de ella, y nunca deberá sentirse menos ni peor que otros, aunque tenga esa carencia. La sociedad, esta sociedad que vivimos que muchas veces parece no tener sentimientos, tendrá que procurar paliar las consecuencias y mejor prevenirlas. Y esta sociedad somos todos, que gran desafio tenemos delante...