Pensarlo bien

Algo muy habitual se apoya en una paradoja: Criticamos con frecuencia que los gobernantes son malos e incompetentes, pero los hemos elegido nosotros, por tanto intervenir en la función del gobernante, equivale a suponer, que nosotros antes hemos sido incompetentes al elegirlos. Elegir a políticos honestos y competentes, no debiera ser algo superior a nuestra capacidad. A esto deberíamos dedicamos los electores, debemos estudiar a nuestros candidatos como personas, ponderando bien las acciones y sus palabras, sin dejamos deslumbrar por la retórica de un político. Debíamos estudiar los partidos y sus principios, lo cual incluye el estudio de sus realizaciones en el pasado, tanto en si mismas como en relación con el principio que profesan. Es fundamental que estudiemos si son personas sinceras, si hacen honor a la verdad, o por el contrario se apoyan en la mentira, en la falsedad y en los intereses de partido, para mantenerse en el poder. Es hora de examinar el rumbo que sigue l...