Conocer a Dios.
Al preguntarme un amigo que le era muy dificil conocer a Dios, recordé un cuento leido hace mucho tiempo:
Habia un niño que queia conocer a Dios, sabia que tenia que irse de viaje para ello, preparó su atillo y partió.
En el camino se encontró con una viejecita, el niño se sentó junto a ella y abrio su atillo, al empezar a comer vió que la viejecita tenia hambre, le ofreció un panecillo. Ella lo aceptó y agradeció. Su sonrisa era tan bella que el niño queria ver esa sonrisa nuevamente, en tonces le ofreció un jugo, nuevamente ella volvió a esbozar se hermosa sonrisa, el niño etaba encantado.
Se quedaron en aquel lugar toda la tarde, comiendo y sonriendo, ninguno de ellos decia palabra alguna.
Al empezar a oscurecer el niño se levantó para irse, pero antes corrió hacia la viejecita y le dió un abrazo, que ella le agradeción con la más grande y hermosa sonrisa.
Al llegar el niño a su casa su madre quedó sorprendida por la felicidad que su rostro reflejaba, le preguntó la causa , el le contestó: "He comido con Dios, y tiene la sonrisa más bella que he visto.
Mientras la viejecita regresó a su casa su hijo se sorprendió por la felicidad que mostraba, pregunto: ¿madre que hiciste que te hace tan feliz?. Ella contestó: He comido en el parque con Dios, ¿y sabes que?, es más joven de lo que esperaba.
Cuantas veces podiamos conocer más a Dios y sentirnos felices, olvidandonos de nosotros mismos, y fijandonos en las necesidades de los que nos rodean.
Habia un niño que queia conocer a Dios, sabia que tenia que irse de viaje para ello, preparó su atillo y partió.
En el camino se encontró con una viejecita, el niño se sentó junto a ella y abrio su atillo, al empezar a comer vió que la viejecita tenia hambre, le ofreció un panecillo. Ella lo aceptó y agradeció. Su sonrisa era tan bella que el niño queria ver esa sonrisa nuevamente, en tonces le ofreció un jugo, nuevamente ella volvió a esbozar se hermosa sonrisa, el niño etaba encantado.
Se quedaron en aquel lugar toda la tarde, comiendo y sonriendo, ninguno de ellos decia palabra alguna.
Al empezar a oscurecer el niño se levantó para irse, pero antes corrió hacia la viejecita y le dió un abrazo, que ella le agradeción con la más grande y hermosa sonrisa.
Al llegar el niño a su casa su madre quedó sorprendida por la felicidad que su rostro reflejaba, le preguntó la causa , el le contestó: "He comido con Dios, y tiene la sonrisa más bella que he visto.
Mientras la viejecita regresó a su casa su hijo se sorprendió por la felicidad que mostraba, pregunto: ¿madre que hiciste que te hace tan feliz?. Ella contestó: He comido en el parque con Dios, ¿y sabes que?, es más joven de lo que esperaba.
Cuantas veces podiamos conocer más a Dios y sentirnos felices, olvidandonos de nosotros mismos, y fijandonos en las necesidades de los que nos rodean.
Comentarios
Cuando amamos al prójimo como a nosotros mismos y sin egoismos, allí se encuentra Dios.
que El te bendiga.
Un abrazo, Montserrat
tengo un cuento sufí muy parecido
Dios está en los ojos de los demás, viene a decir
un cordial saludo desde el maestrazgomagico.blogspot.com
RAUL
Un Abrazo grande.
Hay que saber buscar en Díos en el prójimo.
El mismo Jesús dijo:
Vengan, entren al Reino. Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me visitaste". Luego Jesús les dirá a los que están a su izquierda y les dirá, " Apártense de mi porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber, estuve enfermo y no me visitaron." Ellos le preguntarán, "¿Cuándo te vimos hambriento, o sediento o enfermo y no te ayudamos?" Jesús les responderá, "Lo que dejaron de hacer por uno de éstos más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mi!"
Un saludo.
http://ventanadefoto.blogspot.com/
Un saludo
Saludos cariñosos
Con todo cariño y afecto
Saludos ceriñosos