El buen padre

Me invitó un amigo a la presentación de un libro que habia escrito, al leerlo reposadamente encuentro esta interesante reflexión: Padres buenos hay muchos, buenos padres hay pocos. No creo que haya cosa más dificil que ser un buen padre. En cambio no es dificil ser un padre bueno. Un corazón blando, basta para ser un padre bueno; en cambio la voluntad más fuerte y la cabeza más clara son todavia poco para ser un buen padre. El padre bueno quiere sin pensar, el buen padre piensa para querer. El buen padre dice si cuando es si, y no cuando es no; el padre bueno solo sabe decir que si. El padre bueno hace del niño un pequeño dios que acaba en un pequeño demonio. El buen padre no hace idolos; vive la presencia del único Dios. El buen padre templa el carácter del hijo llevandolo por el camino del deber y del trabajo. Y asi, el padre bueno llega a la vejez decepcionado y tardiamente arrepentido, mientras el buen padre crece en años respetado, y a la larga comprendido.