No se olvida nunca

Ahora que se acercan las fechas de las primeras comuniones, vemos como cada dia la primera comunión de unos niños, se va convirtiendo más en un acto social, y se va eliminando el verdadero sentido de un acto tan importante.
A través de la primera comunión, precedida de la confesión, y luego de cierta preparación llamada catequiesis, en la que se estudia el catecismo, es posible tomar por primera vez, la Hostia y el Vino, con lo que están recibiendo realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Acontecimiento importante que merece celebrarse, pero de esto a montar toda una fiesta que lleve a los padres a tener que empeñarse económicamente, existe un abismo.
Recuerdo con gran cariño, la fiesta que organizaron mis padres para celebrarlo: Pusieron dos tazas de chocolate con galletas, una para mi hermano y otra para mi, la situación económica no daba para más.
Lo cierto es que con aquel detalle tan pequeño, pero tan grande a la vez, nos dieron una lección de sobriedad y elegancia, que nos educó en este tema para siempre.
No saquemos las cosas de su sitio, si que los tiempos cambian, pero no el sentido común, aprovechemos enseñando a los hijos y nietos, que la sobriedad se vive tambien en los grandes acontecimientos, y lo que deben recordar es la primera vez que fueron Sagrarios Vivientes, llevando a Jesús dentro de ellos.
Comentarios
Creo que ya desde este momento marcamos a los niños, les hacemos egoistas y si les preguntas ¿por qué quieres hacer la comunión? Un 90% te contesta que para recibir regalos y llevo preparando a niños que hacen la comunión, más de 25 años, pero puede más la influencia de los padres sobre los preparativos, los regalos que quiere el niño, que el mensaje de amor, generosidad y perdón que este acto implica.
¡No se como se podría cambiar esto, porque el cambio habría que hacerle en la familia.
Un abrazo, y gracias por esta emotiva entrada que me ha hecho revivir la felicidad que sentí con mi primera comunión.
Un abrazo.
Ángeles
Besos