Todo tiene unos limites.
Ya suenan otra vez campanas a favor de la eutanasia, y ahora de la eugenesia.
El derecho a la vida es un derecho fundamental y universal. Por tanto el hombre no tiene ningún derecho sobre su vida ni sobre la vida de los demás, en la tradición ética del respeto a la vida, la dignidad humana es invariable, no se disminuye a causa de la enfermedad, el sufrimiento, la malformación o la demencia.
Más aún, como lo muestra la experiencia, la adversidad biológica o psiquica puede ser ocasión de ulterior ennoblecimiento.
La muerte natural y serena es el fin deseable de toda vida humana, por esto es perfectamente legitima la lucha contra el dolor.
Basandonos en estos principios nacidos de la recta razón, se debe rechazar la eutanasia o la eugenesia cuando implica la decisión de anticipar el final de una vida, que la enfermedad o la vejez parece haber convertido en insostenible, o como el acto de acabar deliberadamente la vida de un enfermo incurable para poner fin a su sufrimiento.
Es por tanto, contrario a la ética y socialmente desorientador, legislar sobre la supresión de las vidas de inocentes. Toda ley que lo autorice estará sujeta a abusos impredecibles.
Independientemente de que un Parlamento apruebe o no un proyecto sobre la eutanasia, debemos recordar, que no todo lo que está legalmente permitido, es moralmente licito.
Comentarios
Da para mucho análisis, como el título de la entrada: todo tiene un límite y me parece un tanto monstruoso.
La eutanasia... uno quisiera que no sufriera el paciente, el familiar, pero no nos corresponde a nosotros darles fin. Sí, paliar su sufrimiento al máximo en su agonía. Pero que mueran, eso solo Dios. Y por más que el hombre de ciencia avance, él no es Dios.
Pasa que parece que no hay lugar para enfermos, viejos, feos o personas con discapacidad. Eso es más monstruoso.
Un abrazo.
Solo Dios puede disponer de la vida de un ser humano, mucho más cuando los padres de ete niño todavia no han agotado los recursos y soluciones para su curación, prohibiendoles llevar al niño a Estados unidos, donde le dan esperanzas de curación.
Besos