La Iglesia de siempre.

 

Aunque la Iglesia haya procurado adaptarse a las diferentes culturas y lugares, hay personas que sostienen que le ha faltado agilidad para ponerse al dia y adaptarse más a los tiempos. Dicen que la Iglesia ha estado poco atenta a ofrecer en cada momento lo que la gente pide. Aseguran que con un poco más de marketin, de mentalidad empresarial y de adaptar sus posturas al mundo moderno, dejaria de perder seguidores.

 

La fe no puede entenderse como una simple estrategia de supervivencia de mercados comerciales. Las verdades de la fe o las exigencias de la moral no pueden tratarse como si lo de menos fuera ser eficaz, ser muchos o ser más moderno.
La Iglesia si que debe de adaptarse a los tiempos, y necesita de una continua renovación. Pero ha de mantener su identidad, sin ceder en lo fundamental de su mensaje. Su objetivo no es alinearse donde más gente haya, ni estar de acuerdo con las tendencias más extendidas en cada época, ni satisfacer las demandas del marketing del momento.

 

Por eso hay muchos temas en los que la Iglesia está obligada a decir siempre lo mismo sobre lo mismo. Eso si, con gracia nueva cada dia. Pero sin dejarse arrastrar por las modas del momento. Por eso la Iglesia tiene una lógica interna aplastante cuando dice: A mi no me pidan que cambie la norma, adapte usted su comportamiento a la norma, si quiere vivir realmente la fe católica.