Amor de hermanos hasta el último día


Hoy os queremos contar un hecho que sucedió el último día de vida de Ginés y que muestra el amor que se tenía con su hermano Pepe. El Señor quiso que después de estar sin verse durante un par de años, Pepe pudiera visitar a su hermano sin saber que estaba haciéndolo horas antes de morir. 

La mañana del sábado, mi prima y mi hermana mayores vieron claro que tenían que organizar la visita de mi tío, aplazada durante todo el verano por diferentes circunstancias. Concretaron que fuera por la tarde a las seis y mi tío vino expresamente desde Murcia. Esa tarde, Ginés estaba muy apagado esperando la operación de cadera y cuando vio entrar a su hermano por sorpresa su cara cambió completamente. Estuvieron hablando durante una hora, riendo y llorando juntos. Era una despedida sin saberlo. Al final de todo concluyeron que había que rezar más. Mi tío salió del hospital muy conmovido y contento de haber ido. Esa madrugada, a las cuatro, su hermano Ginés se marchaba al cielo.


El Señor ha querido que la última foto que tenemos de mi padre sea esta con su hermano, los dos llenos de alegría y emoción. Mi tío dice que esa foto es una catequesis y ha hecho copias para toda la familia. Mi madre también la tiene en la estantería porque habla por sí sola.

A todos mis hermanos y primos, siempre nos ha llenado de gozo el amor que se tenían nuestros padres. Era un desborde de cariño dentro de lo distintos que eran. Seguro que tuvieron desencuentros en su vida o formas distintas de enfocar las cosas, pero el amor y el perdón estaban por encima. De hecho ese amor y cariño se trasladó a mi madre y mi tía (q.e.p.d.), que eran como hermanas y a los primos, que aunque siendo muchos, nos tenemos un cariño muy grande.

Cuando hay amor en la familia, en cualquiera de sus niveles, cuando se mantiene esa unidad y se cultiva el perdón por encima de las desavenencias, el Señor engendra más amor y llena de felicidad a todos. Sin embargo, cuando hay rencores, distanciamientos o faltas de perdón, la tristeza y la amargura se apoderan de la vida familiar sin sacar nada a cambio. Para nuestra familia este momento nos ha colmado de alegría y agradecimiento a Dios.

Comentarios

CHARO ha dicho que…
Una entrada muy emotiva.El mismo Dios quiso ese encuentro.Saludos

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