SER COHERENTES
Leo este artículo, publicado por una prensa seria.
"¡Los niños, a dormir, que la película tiene dos rombos!”, y los hijos, obedientes, envolvían su docilidad entre las sábanas, mientras los padres permanecían, como los rombos, pegados al televisor. De esta manera se mantenía inmaculada la pureza del mundo infantil a fuerza de alejarla todo lo posible de la hipocresía de los adultos.
Y si nuestros hijos nos preguntan por qué ellos no pueden ver o acceder a tal cosa, les respondemos que porque son pequeños. Así les mostramos que ser adulto justifica cualquier comportamiento, les enseñamos una forma equivocada de argumentar éticamente y les iniciamos en nuestra “esquizofrenia platónica”. Pero quizá ellos sean el reflejo de lo que nos gustaría exigirnos a nosotros mismos si la resignación no se hubiera apoderado de nuestras vidas desde que dejamos de ser niños.
Educar en la coherencia pasa por exigirnos lo que exigimos."
Comentarios
Un abrazo.
Un abrazo..