Analizando la democracia


La democracia como estilo de vida, es un modo de vivir basado en el respeto a la dignidad humana, la libertad y los derechos de todos y cada uno de los miembros de la comunidad
La democracia asegura al hombre su libertad jurídica e individual. La libertad jurídica es el derecho que tiene el hombre a obrar por sí mismo sin que nadie pueda forzarlo a obrar en otro sentido. Los límites están dados por las leyes. La libertad individual es el reconocimiento de que el hombre nace libre y dotado de inteligencia y voluntad. Todos los hombres tienen las mismas oportunidades ante la ley, es decir la igualdad de deberes
Pero todo esto se queda en pura teoría, la situación real es muy distinta, cabalga en el ambiente un laicismo militante que quiere tener su incidencia en la vida de todos, creyentes o no creyentes, quieren borrar toda raíz de los valores fundamentales de nuestra cultura.
Poco a poco se ha ido creando un ambiente de opinión por el que cualquier defensa de la fe, cualquier advertencia frente a doctrinas malas o peligrosas, cualquier medida doctrinal que en este campo se quiera tomar, es presentada inmediatamente con la complicidad de todas las fuerzas que se oponen a la Iglesia, como un impedimento a la legítima libertad, como una actitud contraria al progreso científico, como una grave lesión a la dignidad de la persona, como un gesto oscurantista, reaccionario, el laicismo pretende desprestigiar a la Iglesia para acelerar la implantación del relativismo moral como única mentalidad compatible con la democracia.
A todo esto se suma la falta de valor de los legisladores para sancionar las leyes de acuerdo a un criterio independiente y no responder a las necesidades partidistas, sino a las necesidades de la gente. Entre otras cosas, es inadmisible la presión que se recibe del Pode Ejecutivo, eso es lo que hace manipular las leyes o por el contrario sancionarlas sin mas debate que la orden del Presidente y su acomodado entorno, sin tener en cuenta a una mayoría muy importante de ciudadanos que no piensan así.
Por otra parte, vemos como el Poder Judicial es la comidilla de los ciudadanos, y de muchos organismos oficiales. Es un sector del poder sometido al poder. Jueces que “se arriman” al Gobierno, jueces de los cuales se duda su idoneidad. ¿Es esta la base de justicia que nos hará confiables ante los ojos de nuestra posteridad e incluso de los nuestros propios?, debemos tener la seguridad de que contamos con tribunales imparciales en igualdad de condiciones para todos los ciudadanos, sin las presiones y el autoritarismo que ejerce el Gobierno.

Otro ejemplo lo suministra el derecho que se concede a la mayoría parlamentaria en las comisiones de investigación de impedir comparecencias solicitadas por una minoría. Cosa que por cierto, no sucede en otros países democráticos.

Podemos concretar que aquí en España, no estamos ya ante una mera tergiversación de la democracia, sino ante la pura hostilidad antirreligiosa, que quiere violentar las conciencias, para que se acepten como moralmente rectas acciones que no son negociables bajo ningún punto de vista.

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