Muerte digna
El mismo día en que murió Andrea se hizo
pública en Francia la sentencia sobre el caso Lambert, un hombre en estado vegetativo desde hace siete años, pero no terminal.
Algunos familiares pedían lo mismo que los padres de Andrea: que se le retire
la alimentación parenteral y se le sedara para que muriera. Otros parientes y
el equipo médico actual se oponen. Los jueces responden que los médicos tienen
“independencia profesional y moral” para decidir el tratamiento adecuado a un
paciente, y por tanto no se les puede obligar a a actuar contra su criterio
clínico
Convendría retener ese principio, para
cuando surja otro caso duro y complicado como el de Andrea o el de Lambert.
Desde luego, hay que dejar a los enfermos morir en paz, si el final es próximo
e inevitable. Para que así sea, es necesario dejar a los médicos trabajar en
paz.
Comentarios
Un abrazo.
Ambar
Un abrazo.
Saludos cordiales