Cuidado con la carretera.
Nuestra vida es un peregrinaje, que nos transporta de un sitio a otro.y los años de cada uno se van paseando por las carreteras que surcan el mundo en que habitamos.
Vivir significa moverse, significa encontrarse, dirigirse conjuntamente hacia aquello que representa la alegria y la prosperidad de cada uno.Sin embargo, este encontrarse no siempre significa serenidad ni alegria, no siempre es un encuentro agradable, sino que a menudo es un enfrentamiento terrible y funesto.
Tenemos que comprobar, con dolor, que el viajar se convierte frecuentemente en un drama, que acaba en tragedia y llanto. Tenemos ante nosotros las impresionantes estadisticas de los muertos y heridos por accidentes de carretera.
Lo que se refiere al uso y al abuso de los derechos de carretera, constituye un misterio de vida o muerte, que afecta directamente a la responsabilidad de cada hombre en particular, responsabilidad de la que nadie está exento.
Precisamente la ley civil de la convivencia humana, hace suya la ley de no matar, que se desprende del Decálogo de todos los tiempos, y que es para todos un sagrado precepto.
Es buen momento, ahora que a la llamada sobre los deberes de conciencia en lo que se refiere a los peligros de la carretera, añadamos, según afirma la doctrina de la Iglesia, la protección celestial.
Cada uno tenemos nuestro angel custodio, además de la prudencia, de la sensatez, subamas al coche a nuestro Angel Custodio, os aseguro que funciona.
Comentarios
Un abrazo.
mar
Yo creo que en general, prevalece una actitud muy fatalista y ausente de toda crítica hacia uno mismo. Se tiende a pensar que los accidentes de tráfico son, básicamente, una cuestión de mala suerte, y muy pocas veces una persona se plantea seriamente cómo conduce y cómo mejorar día a día su técnica y sus hábitos. En esta faceta de la vida son muchos, demasiados, los que ni reconocen que pecan por acción u omisión, parece que no lo ven, y, por lo tanto ni hay propósito de enmienda.
Con tu permiso, dejo aquí una entrada (http://conducirsinmiedo.blogspot.com.es/2014/01/mi-padre-un-sargento-y-nueva-zelanda.html) que creo que puede ser útil, sólo lo hago con ese fin, pero si no te parece adecuado elimínala con toda tranquilidad que seguimos tan amigos igualmente, por supuesto. Gracias.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras en casa en donde
te doy la bienvenida, siempre que lo desees.
Bueno, soy judía y mis ángeles siempre están conmigo,
no sólo cuando conduzco en la carretera o cuando viajo en avión,
que lo hago a menudo, sino cada día, en cada momento.
Un abrazo
En cuanto a la carretera, la verdad que es una lacra, por los accidentes tan brutales que dejan consecuencias muy tristes para toda una vida; si a esto unimos todas esas conductas incívicas que nos rodean propias de nuestro comportamiento, pues mejor apagar la luz.
Un abrazo. Juan.
Un abrazo.
Muchas gracias y un abrazo
Gracias por tu visita y comentario en mi blog
Un abrazo.
UN SALUDO
Gracias un saludo afectuoso
He visitado la pagina que me dices es muy interesante, complementa muy bien el tema que hoy nos ocupa.
Un abrazo
Es muy impotante la ayuda de los angeles, acudo a ellos con mucha frecuencia, ha sido un placer visitarte, lo seguiré haciendo. tu aqui tienes tu casa.
Con todo cariño,
UN FUERTE ABRAZO
Un fuerte abrazo
Con el afecto de siempre un fuerte abrazo.
UN SALUDO CARÑOSO